Según adelanta un reciente informe llevado a cabo por Iberinform, compañía española especializada en información comercial y soluciones de inteligencia de negocio, el “Brexit” impactará en España en unas compañías que operan con el país británico que forman un tejido empresarial con una elevada madurez, con un alto peso del sector servicios y que mantiene bajos niveles de riesgo de impago y buena solvencia y liquidez.
En concreto, según la investigación, que se apoya en 470.000 entrevistas realizadas entre enero y diciembre de 2018 y que incluyen información detallada de los mercados de exportación e importación, el exportador a Reino Unido (un 56% de ellos tiene más de 15 años de antigüedad) es una empresa que factura de media cerca de 8,4 millones de euros, 
con unos resultados de 320.000 euros, un tamaño sensiblemente superior al importador medio (un 54% de ellos supera los 15 años de historia), que factura cerca de 6,4 millones.
Esta diferencia se percibe de forma sustancial al comparar la distribución por tamaños de empresas. Y es que, entre los exportadores al Reino Unido, hay un 5% de grandes empresas, un 22% de medianas compañías, un 47% de pequeñas organizaciones y un 26% de microempresas. Entre tanto, entre los importadores españoles de productos procedentes del Reino Unido, apenas un 2% son grandes corporaciones, mientras que las medianas aglutinan otro 11%, repartiéndose por tanto la gran tarta las pequeñas compañías (42%) y las microempresas (45%).
En cuanto al tipo de sectores de los exportadores, el 44% pertenece a la industria y el 42% a los servicios (un 4% es para la agricultura), en tanto que entre los importadores nada menos que el 72% pertenece al de servicios y otro 20% a la industria (un 4% son de la construcción).
En cualquier caso, la realidad es que el nivel de riesgo que afrontan tanto los exportadores al Reino Unido como los importadores desde el mismo es bastante parejo. De hecho, no alcanza ni al 1% tanto entre los exportadores como entre los importadores los que están en riesgo “máximo” de incumplir pagos, mientras que otro 7% (también en ambos casos) se encuentra en riesgo “elevado” y, a la vez, un 12% de exportadores e igualmente de importadores tienen un riesgo “moderado”. Otro 68% de los exportadores y un 66% de los importadores afrontan un riesgo “bajo”, y el restante 12% de los exportadores al Reino Unido y el 15% de los importadores de allí limitan su riesgo al “mínimo”.
En cualquier caso, lo cierto es que, en este grupo de empresas afectadas por el “Brexit”, dada su relación comercial con el país británico, un 14% espera aumentar la plantilla, frente al 1,5% que prevé una reducción, a la vez que apenas el 2% confía en un crecimiento de sus exportaciones globales, mientras que el restante 98% trabaja para mantener su facturación exterior. Por otra parte, el 15% tiene una cartera de clientes demasiado concentrada y un 36% asegura el riesgo de impago de sus operaciones comerciales.
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