Por DAS Defensa del Automovilista y de Siniestros, Firma especializada en seguros y servicios jurídicos para particulares, autónomos y empresas.
Los accidentes en el trabajo continúan siendo una importante lacra para el mercado laboral español. De hecho, durante 2018 se registraron en España un total de 602.316 accidentes de trabajo con baja, lo que representa un aumento del 3,2% respecto al año anterior. Además, la siniestralidad laboral mortal también mostró un incremento importante durante el año pasado, con 652 fallecimientos, lo que supone un 5,5% más.
Hay que reseñar que, para considerarse un accidente como laboral tiene que existir una relación causal directa o indirecta entre el siniestro sufrido y el trabajo desempeñado. Así, tiene consideración de accidente laboral, por ejemplo, que a un mozo de almacén se le caiga una caja en el pie, ya que habría una relación directa entre el hecho y el trabajo. Mientras, una relación indirecta puede ser la que se da en los accidentes «in itinere», que son los que sufre un trabajador en el desplazamiento hacia o desde su lugar de trabajo.
En cualquier caso, los derechos que asisten a los trabajadores involucrados en un siniestro laboral son los siguientes:
- Asistencia médica
El primer derecho que tiene un trabajador en una baja por accidente laboral es el de asistencia sanitaria. Dicha asistencia incluye todos los tratamientos que sean necesarios para que su salud se recupere; y en función de la gravedad de la lesión que haya sufrido, puede ir desde consultas de enfermería para curar las heridas hasta intervenciones quirúrgicas y procesos de rehabilitación.
- Prestación por incapacidad temporal
Si los daños que ha sufrido un empleado a consecuencia del incidente en el trabajo han sido lo suficientemente graves como para que no pueda trabajar durante una temporada, a dicho empleado se le otorgará una situación de baja laboral. Y en ese sentido, mientras dure la misma, recibirá una prestación por incapacidad temporal que cubrirá la pérdida de rentas ocasionada por el hecho de que no pueda trabajar a causa de la lesión o daños que ha sufrido. En concreto, en los casos de baja por accidente de trabajo, la prestación tiene además una serie de peculiaridades: se percibe la prestación incluso aunque el empleador no hubiera dado de alta al trabajador en la Seguridad Social; no es necesario un tiempo mínimo de cotización para poder recibir la prestación; y la empresa debe abonar íntegramente el salario del día del accidente, en tanto que en las jornadas posteriores se percibe un 75% de la base reguladora, o el 100% si ello estuviera contemplado en el convenio colectivo correspondiente.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, si un accidente ha sido causado por una falta de medidas de higiene o de seguridad en un centro de trabajo, la prestación se puede incrementar entre un 30% y un 50% a modo de compensación. Para ello, se deberá poner la situación en conocimiento de la Inspección de Trabajo, para que acuda a hacer una inspección y verifique si la empresa ha cumplido o no con sus obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales.
Y, finalmente, hay que apuntar que, en caso de que la empresa despida a un trabajador mientras está en baja por accidente laboral, se seguirá cobrando la prestación por incapacidad temporal hasta que recibir el alta. Y una vez recibida el alta, se tendrán 15 días hábiles para solicitar el desempleo, siempre que se cumplan con los requisitos exigidos.
- Indemnizaciones en los casos más graves
Si las lesiones son muy graves o incapacitan para un puesto de trabajo, se puede pasar a una situación de incapacidad permanente. Esto implica que ya no se volverá a poder trabajar por haber sufrido pérdidas anatómicas o funcionales. En este caso, se tiene derecho a solicitar una pensión o indemnización por incapacidad permanente, la cual sustituirá a los ingresos que se van a dejar de percibir al no poder trabajar. En cualquier caso, si se ha sufrido una lesión que afecta a la integridad física, como, por ejemplo, perder un dedo de la mano, pero dicha lesión no incapacita para seguir trabajando en el futuro, se puede solicitar una indemnización por lesión no invalidante.
Y finalmente, hay que señalar que, además, si se considera que un accidente ha sido consecuencia de la falta de cuidado en materia de prevención de riesgos laborales por parte de la empresa, se puede reclamar judicialmente responsabilidad a la misma para lograr una indemnización, previo informe de la Inspección de Trabajo y mediante el asesoramiento de un abogado especializado.