Creando al directivo ideal

Autor: José Manuel Muriel.
Editorial: ESIC Editorial 2017.

No, tampoco el directivo ideal nace así, sino que se hace. Y José Manuel Muriel, con muchos años a las espaldas como gestor empresarial en distintos sectores de actividad y más de medio centenar de compañías, da en este volumen una serie de claves para propiciar la creación de ese dirigente ideal, porque él es, desde luego, un convencido de que el buen ejecutivo raramente sale de “fábrica” con las virtudes que harán de él un directivo ideal, sino que hace falta crearlo poco a poco.

Las claves que aporta el autor aquí, sin ofrecerse como “fórmula milagrosa” que garantice el éxito (algo en lo que tampoco cree), tienen, sin embargo, el aval de haber funcionado de verdad, pues son fruto de su amplia trayectoria vivida como profesional de los negocios. Actitudes y aptitudes puestas en marcha que han conformado auténticos líderes. Porque desde luego, según este volumen, sí es posible crear al directivo ideal, ya que, asegura, “el cerebro humano está sobradamente preparado para adaptarse a los hábitos de comportamiento y conducta necesarios para ser un directivo ideal, si realmente tienes interés por alcanzarlo y estás dispuesto a trabajar para ello”.

¿Y cómo hacerlo? Pues con una formación suficientemente amplia y adecuada, que debería comenzar realmente en la época de estudiante y que pase, por una parte, por difundir las características claves que conforman al directivo ideal y, por otro, valorar diferentes tipos de personas, que cada una de ellas represente el modelo perfecto, para cada una de esas características.

Para ello Muriel detalla, antes de nada, las características que definen al directivo ideal, que no son nuevas, pues incluye algo comúnmente aceptado como es el liderazgo, la gestión del cambio, la motivación, la serenidad, la relevancia del trabajo en equipo, la capacidad de delegación, el saber predicar con el ejemplo, la comunicación, etc. Y el autor destaca por encima de todas algunas como claves (liderazgo, preparación, ejemplaridad, motivación, sacrificio), pero además desarrolla aquí algo que resulta menos unánime: lo que realmente representa cada una de estas características.

Entiende, eso sí, que es urgente un cambio educativo que incluya menos materias técnicas y realce el valor de lo que más importancia tiene en el mundo empresarial: los seres humanos.

Un libro de apenas un centenar de páginas de rápida y fácil lectura que se remata con una serie de pautas aconsejables, si bien hay que tener en cuenta que no se trata de una obra dirigida únicamente a directivos, sino que resulta una fiable brújula tanto para ejecutivos de grandes empresas como para emprendedores más modestos en busca de consejos prácticos y contrastados por la experiencia que, sin garantizarles el éxito al cien por ciento, les ayuden a “no perder la cabeza”.

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